martes, noviembre 01, 2005

Sacris tiene razón cuando dice que hace mucho que no escribo, pero a lo largo de este último mes mi vida ha cambiado muchísimo y no sólo no me ha dado tiempo, si no que no he encontrado tema alguno que me pareciera interesante. La alegría, la felicidad, el amor, la suerte, el miedo, el dolor... son temas muy concurrentes y con los que todo el mundo se atreve, incluso yo, pero en estos momentos mi ser se encuentra en decadencia de misticismo y ha aprendido, inconcientemente, a dar mayor importancia a otros detalles cotidianos, a pensar más friamente y a tener los pies en el suelo. Esta semana he recibido dos e-mails de dos personas muy especiales para mi. Tanto la carta de A. como el texto de M. me hicieron estremecer; creo que fueron ellos los que me dieron fuerzas para redactar esto. Como me vino a decir M., he crecido como persona, he madurado, he aprendido a luchar por mis ideales y aquí me teneis, al pie del cañón. La vida no es de color de rosa, el amor no lo es todo ni el resto de sentimientos relacionados; la vida es más cruel, llena de responsabilidades y obligaciones que yo asumo encantada. Quien algo quiere, algo le cuesta, y ahora que he llegado hasta aquí no me rendiré ni me dejaré pisar.

No hay comentarios: