viernes, septiembre 09, 2005

Insomnio

Me pongo el pijama y me acuesto. Apago la luz y mi cerebrito empieza a maquinar. Mañana sale la nota del examen, esta vez tengo que haber aprovado. ¿Y el del lunes? Tengo que interiorizar mejor los modelos. Si suspendo, que no va a ser así, tendré que ir a hablar con la profesora, pero las voy a sacar todas. Mañana también quedé con MªÁngeles, ¡les hace una ilusión verme! También debería empezar a preparar la mochila para el domingo y separar la ropa para las vacaciones... Me doy la vuelta y me quito la sábana de encima. Me giro un par de veces más, no consigo encontrar la postura. También debería llamar a Anna y decirle que el próximo fin de semana no podré ir a trabajar, ya iré otro día para contarle que me voy. ¿Y a Esther? ¿Cómo se lo voy a decir? Mañana saldremos las dos a cenar, todavía no sé dónde, pero tendré que comunicárselo. Será un duro golpe para ella. Miro el despertador, Ya son más de las doze. Me espera otra larga noche de insomnio. Me levanto para ir al baño y aprovecho para tomarme un par de grajeas de valeriana. Regreso a la habitación. La cama está deshecha. Parece como si alguien se hubiera estado peleando en ella. Me tumbo con la almohada entre mis brazos. ¿Por qué no consigo dormir? Echo un vistazo a mi alrededor. Co jo el libro de la mesita de noche, pero no me apetece leer. Bebo un trago de agua. Está caliente. Podría revisar mis apuntes, pero la idea tampoco me entusiasma. Son casi las dos. Desesperada, recurro a mi cuaderno. No se me ocurre nada coherente, pero empiezo a escribir, hasta que, finalmente, me quedo dormida con la luz encendida, las gafas puestas y la estilográfica en la mano.

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